Aprovechando los días de vacaciones en Pirineos, nos acercamos a hacer esta fantástica vía ferrata.
Para esta actividad nos dividimos en dos grupos, uno la haría por la mañana mientras el resto cuidaba de los niños. En el grupo matutino fueron Raquel, Carmen, Oscar, Lolo, Rubén y Arturo. En el de la tarde fumios Arantxa, Mª José y Toni (el que escribe estas líneas).
Después de dejar los coches en la explanada que hay antes de entrar en el túnel y una vez pasado el Monsaterio de Obarra, el acceso a la ferrata se encuentra en el lado izquierdo de la carretera justo antes de entrar en el túnel. Si se quiere realizar combinación de vehículos, se puede dejar un coche en la aldea de Ballabriga, si no, una vez finalizada la ferrata, y desde el pueblo se puede descender por el GR o incluso por la carretera hasta nuestro vehículo como hicimos nosotros.
Al primer grupo, por distintos motivos les costó más de lo previsto, así que nosotros iniciamos el acenso a las 18:30. Muy tarde, lo que nos obligó a acelerar el ritmo y no entretenernos demasiado. Al final terminamos a las 21:30. Justo para llegar a Ballabriga ya anocheciendo.
Personalmente me pareció una ferrata excelente, bien diseñada aprovechando muy bien la montaña. Se podría dividir en 4 tramos, aumentando en dificultad a medida que ascendemos. Al final de cada tramos existe un escape, pero he de decir que no están nada claro. Parece que la senda está bastante escarpada y es complicada. Según me contó el grupo de la mañana, intentaron abandonar después del tramo 2 y no lo consiguieron, llegando al inicio del tramo 4 que tuvieron que hacer.
En cada tramo hay cabeceras para bajar rapelando si no se desea seguir.
Una ferrata recomendable al 100%, muy completa con 3 puentes nepalís y bastantes pasos muy "emocionantes". La única "pega" por decir algo es que le falta un desplome, pero repito, simplemente por decir algo "negativo".
Impresionantes vistas |
En uno de los puentes |
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