Después de aproximadamente un año detrás del Penyagalera, por fin, hemos podido ir a visitarlo. No ha podido venir todo el Grupo Alfa, pero como queremos volver a hacerlo con agua, ya lo verán.
Cogimos un apartamento en Beceite, Casa Catalina, precioso, acogedor, con todo lo que puedas necesitar, la dueña muy simpática, y precio muy asequible, lo recomiendo.
Fuimos Carlos Marfil, Elena, Manolo y yo (Eva)..., aaah!! y Diego, que como tiene 4 meses, se me olvidaba nombrarlo.
Fue una buena experiencia para mi. Como éramos 3 los que nos metimos al barranco, el material a repartir era bastante, porque llevábamos varias cuerdas, material, comida, agua, etc..., hubo que cargar cada uno con una buena saca.
La aproximación fue más larga de lo que marcaba la topo, y con el calor que hacía, llegamos deshidratados. Menos mal, que hubieron algunas pozas insalvables y el agua nos refrescó.
Al salir, volvimos caminando por el lecho del río Ulldemó hasta donde nos había dejado Elena por la mañana, pero como no teníamos cobertura, y ella se había llevado el coche ya que el de Manolo se averió, no pudimos avisarla, así que caminamos por la carretera con intención de llegar hasta el pueblo, pero tuvimos la muy buena suerte de que pasó un chaval, que venía también de un barranco y nos subió a su pick-up, con el que nos acercó al pueblo.
En fin, lo pasamos bien, el barranco ESPECTACULAR, la compañía grata y la zona preciosa. Seguro que volveremos por Beceite.