Esta es una de esas sorpresas que aparecen de vez en cuando, buscábamos una sima corta, con una corta aproximación y que estuviera cerca de casa para todos (cada uno acudíamos desde un punto distinto) y buscando... buscando... (lo que parecía imposible) encontramos esta sima, la Sima del Diablo.
Íbamos sin demasiadas esperanzas, pero el objetivo era vernos y pasar un buen rato y la verdad es que la sima no nos defraudó en absoluto.
A la actividad fuimos Carmen, Raquel, Lolo y Toni (yo mismo).
Una vez en la boca empecé con la instalación, que se hace sin problemas. Había leído problemas de roces, pero no fue nuestro caso. La sima tiene un par de pozos, el primero de 18 metros y el segundo (realmente es la continuación de la fractura) que se puede descender con cuerda o bien destrepar por otro camino. En la base de los pozos, encontraremos bellos rincones llenos de coladas, hay zonas muy bonitas perfectas para hacer fotos. Después de recorrer todos los rincones iniciamos el ascenso. En este caso Carmen fue la encargada de desinstalar.
En poco más de 3 horas estábamos fuera.
Como digo, una sima sencilla pero bonita, que si no se tienen muchas pretensiones deportivas bien vale una visita. Nos sorprendió muy gratamente.
Aquí tenéis el track de acceso.