Esta vez la cosa iba a ser dura... Nuestro objetivo era hacer punta (La puntaaaaaa!!!!) y revisar una incógnita, una ventana en el último pozo de la cavidad que estábamos explorando, a unos 25 metros del fondo del pozo y revisar si había continuidad por algún otro paso. En el descenso de 2 días atrás no se había encontrado una posible continuidad, por lo que todo hacía pensar que habíamos llegado al final de la exploración de esta sima que tanto tiempo y esfuerzo había costado, aún así había que comprobarlo.
Álvaro y Toni éramos los encargados de esta laaaaaaarga y seguro que dura tarea.
Nos levantamos a las 6:30 (yo no había pegado ojo en toda la noche por los nervios, pensando en lo que me esperaba), tras un buen desayuno, nos fuimos para la cavidad.
En la boca nos equipamos y sin tiempo que perder para adentro. Álvaro ya había hecho punta hacía 2 días, pero yo "sólo" había bajado hasta -450m por lo que me preocupaba tanto mi repuesta física como mental.
Tras más de 2 horas de descenso de pozos y más pozos, un par de ellos de hasta 80m y algún pasamanos, por fin llegamos al punto caliente. Allí tomamos algo rápido y seguimos el camino...
Venía una de las partes que más me preocupaba, había que superar un estrecho (muy estrecho) y largo (muy largo) meandro que hay que superar como digo a -450 m de profundidad. Superar este meandro había costado un gran esfuerzo de desobstrucción por varios equipos y aún así era bastante selectivo. En este meandro casi todo el tiempo tendremos que ir tumbados, arrastrando o empujando nuestra saca... una prueba física y sobretodo psicológica. Al final, poco a poco y sin demasiado agobio por la claustrofobia (siempre digo que con el tiempo y la experiencia, cosas que en un principio no habría hecho, ahora son posibles) fuimos avanzando hasta llegar al final! Reto conseguido!!!
Ahora, venía otro de los puntos críticos: un pozo, mejor dicho EL POZO. Un pozo de 130 metros!!!! No es el pozo más largo que hemos descendido, pero al menos en mi caso, sí el más impresionante. Se decienden los primeros 20 metros con 2 fraccionamientos, donde el segundo fraccionamiento es el techo de una enoooooorme sala, donde hay que descender más de 100 metros en volado. así, sin más, sin pared sin fraccionamientos sin dad. Una sala en la que los frontalesmñas potentes no sirven de nada!!! Además, para darle más emoción, debido a la caída de piedras hay que bajar todo de uno en uno...
Como Álvaro era el primero, había que esperar, así que tras esperar ya no recuerdo cuanto tiempo, por fin oí el "libreeeeeeeeee", mi turno, glups! (pensé).
Tras descender los primeros metros llegué al fraccionamiento antes el abismo.... impresionante lo que pesan más de 100metros de cuerda. Tras hacer la maniobra, necesitaba quitar el cabo corto, pero en "volado" tiene su dificultad, así que cuando iba a usar el pedal me di cuenta de que lo había perdido, "uf! bien empezamos" pensé, "ya buscaré un trozo de cordino o cuerda para hacerme otro pedal una vez llegue a abajo..." sin más, empecé a bajar esa bajada eterna, en la que hay que hacerlo con calma, para evitar que el stop se caliente demasiado. Por fin, estaba abajo.
Tras reunirme con Álvaro y comentarnos la experiencia, aprovechamos para comer algo. Recorrí toda la pozo en busca de una posible continuación, pero nada. no había continuación por ningún lado.
Así que seguimos a por nuestro objetivo, Alvaro inició el descenso del último pozo y a unos 30 metros de la base, empezó a instalar el largo pasamanos necesario para alcanzar la ventana, la última incógnita que quedaba, mientras, y una vez estaba libre la vía del descenso yo bajé los 40m del último pozo hasta su base, para realizar una nueva revisión en busca de continuidad. Imposible, nada de nada :-(
Mientras, Álvaro seguía con su penoso avance taladrando y colocando multimontis, y por fin, tras más de una hora de penoso avance llegó hasta la ventana. Tras la ventana había una pequeña salita así que hasta allí que me acerqué para explorarla. En la ventana y en las sala, las paredes eran de conglomerado que se desmoronaba nada más tocarla. Tras revisar la salita vimos con tristeza que tampoco tenía continuidad, por tanto FIN DE LA JA-7 habíamos descendido a unos -650m (cuando esté lista la topo sabremos exactamente la profundidad), pero ya no hay continuidad. Fin del trabajo de unos cuantos años y de un gran equipo, ahora sólo faltaba la desinstalación.
Iniciamos el retorno.... Yo fui el encargado de desinstalar todo el pasamanos y extraer los multimontis (no tenía sentido dejarlo ya que no había continuidad), ascendimos hasta la gran sala y tras comer algo, y llenar las sacas con taladros, mosquetones, multimontis y todo lo que podíamos cargar (como pesaban) empezamos con el ascenso.
Álvaro subía primero, mientras subía apagué toda la luz y disfrute viendo ese minúsculo puntito de luz, como iba ganando metros poco a poco, por fin tras aproximadamente una hora, volví a oír el "libreeeeeee!". Mi turno.
Lo primero, y la cuerda de ascenso????? Habíamos revisado como encontrarla: "entre esos grandes bloques y el hito..." pues nada, que no, todo era dar vueltas y la cuerda no aparecía, es como buscar una aguja en un pajar, por fin, tras 15 minutos de dar vueltas y más vueltas, por fin la encontré.
Me había hecho un pedal con un cordino, así que empecé a tirar de la cuerda, menudo "chicleo" todo era tirar y tirar y no subía ni un centímetro, por fin me quedé colgado y hacia arriba.
Es difícil describir la sensación, pero tras subir unos metros pierdes la noción del espacio. Sólo ves una cuerda que cuelga de la "nada" y que baja a la "nada", nada más. Subes y subes y siempre estás en el mismo punto. Al no tener ninguna referencia, la sensación es que no te mueves. En los brazos y en las piernas empezaba a notar el esfuerzo y en algún momento incluso empecé a marearme debido al chicleo, a las vueltas que daba y al no tener ningún punto de referencia... la subida se me hacía interminable, tras muuucho tiempo por fin empecé a intuir el techo de la enrome sala ("ya falta menos pensaba") y por fin, el fraccionamiento, ya estaba hecho. Un último esfuerzo y arriba.
La verdad es que ahora recuerdo lo agotado que estaba en ese punto, y aún quedaba TODO para salir.
Esta vez, el paso del menando con el peso de la saca y el cansancio, se hizo muy penoso, pero poco a poco y con ayuda de mi compañero por fin llegamos al punto caliente. Allí dejamos peso y repusimos fuerzas.
Ya algo recuperado iniciamos el ascenso de los 450m de pozos... se hicieron largos, pero no fue tan duro como pensaba que iba a ser. Por fin tras 14 horas de haber entrado, en la calle!!!!!! Misión cumplida!!!
Ahora, vuelta al campamento, cenar y dormir, Hora las 2:00am!!!!!
Nota: El objetivo no era deportivo, así que pocas fotos hice:
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Instalando el pasamanos hacia la ventana |
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Por fin en la ventana |
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Dentro de la salita, nada destacable |