sábado, 22 de agosto de 2015

Amanaderos. Teruel

Aunque algunos ya habíamos hecho este barranco hace años, no nos importó repetirlo, es un barranco que vale la pena. Así que para allá nos fuimos Mª José, Óscar, Lolo, Raquel y Toni (quien como siempre escribe estas líneas).

Nosotros partimos desde Camarena y dejamos el coche al inicio del barranco siguiendo este track. La pista está en buen estado, quizás algo deteriorada en los últimos 100m antes de llegar a la cabecera del barranco.

Como había llovido mucho por la zona días atrás, estábamos un poco preocupados por el caudal, pero como no es un barranco de carácter torrencial, éste se mantiene constante.

Una vez equipados, nos acercamos al primer rápel de 22m (Salto de las Yeguas), uno de los más espectaculares. Un buen comienzo, ya que te pilla "frío" y acercarse a la cabecera con esos 22m "en volado" y con toda el agua que cae impresiona. Una cadena una cadena a modo de pasamanos, ayuda en la aproximación a la cabecera.
El resto de rápeles también son muy bonitos, destacando el penúltimo rápel de 20m (Salto de Pedro Pérez ), igual que el último de 10m (Salto Montereta).

Se nos hizo algo "larga" la parte más horizontal, pero los preciosos rápeles rápidamente hacen olvidar esta parte algo más pesada y monótona.

No es un barranco difícil, aunque con agua siempre hay que extremar las precauciones. En ninguno de los rápeles cubre. Aún así, no es un barranco recomendable para principiantes.

A nosotros 5, con calma, practicando algunas técnicas de rápel y haciendo un montón de fotos nos costó unas 4 horas y media. A esto hay que añadir unos 50m de retorno.

Aunque habíamos leído la posibilidad de realizar combinación  de vehículos, creo que ésta no es necesaria. Nosotros dejamos el coche al inicio del barranco, y el regreso una vez finalizado es cómodo y se nos hizo corto, disfrutando de las vistas y compartiendo impresiones.

Un barranco imprescindible, que seguro que haremos de nuevo (por tercera vez).

Impresionante el primer rápel: Salto de las yeguas.


El Salto de las yeguas visto desde arriba






Algún tobogan y salto hacen más llevadera la parte horizontal

El rápel de 50metros. Existe una reunión aproximadamente a la mitad por si se quiere hacer fraccionado.

Un salto

Un destrepe

El barranco guarda bellos lugares

Salto de Pedro Pérez

Salto de Pedro Pérez

Posando tras el último rápel















miércoles, 12 de agosto de 2015

Sima Aliaga. Bejís. Castelló.

Aprovechando que estábamos de vacaciones y que no íbamos a tener muchos más días para cuevear, decidimos aprovechar y hacer una salida aunque sólo pudiéramos ir 2: Arantxa y Toni (como siempre el que escribe).

Después del devastador incendio del 2012, ya no hay ninguna referencia que indique la localización de la cavidad, así que aquí os dejo las coordenadas tomadas en la boca con Datum WGS84: 39,8766ºN 0,7162ºW. Además os podéis descargar el track que he subido a wikiloc.
Nosotros dejamos el coche al inicio de la pista, ya que está en muy mal estado y hay que recorrerla a pie.

Como sólo éramos 2 y entramos bastante tarde, decidimos centrarnos en alcanzar la máxima profundidad (-95m), además la cueva es algo laberíntica por lo que no siempre quedaba claro el camino a seguir. Al final optamos por la opción más evidente, descender hasta el punto "B" (podéis ver la topografía más abajo). Para ello después de descender el pozo de entrada de 8 metros, descendemos por la pronunciada rampa llena de piedras pequeñas que nos lleva a un destrepe algo delicado, alcanzando como he comentado anteriormente el punto B. Desde este punto, llegamos a otro pequeño destrepe en el que un spit nos ayuda a bajarlo con mayor seguridad (Punto A). Una vez descendido, otro spit nos permite asegurarnos para descender a la sala V, Donde 2 spits forman la cabecera del pozo de 34m. Una vez llegados a la base de este pozo, una pronunciada rampa nos permite acceder a la cota inferior de la cavidad. En la base del pozo de 34, encontramos el cráneo y algunos huesos de una cabra.

La cavidad es interesante, ya que aunque se trate de una diaclasa, es bastante amplia y algo laberíntica por lo que la hace bastante atractiva deportivamente hablando. El camino que tomamos nosotros carece prácticamente de formaciones. Estuvimos en la cavidad alrededor de 4 horas y media.





Cabecera del pozo de 34m

Durante el ascenso...

Posando en la boca de la cavidad

Topografía elaborada por el Grup Espeleològic Valencià

jueves, 6 de agosto de 2015

Garganta de las Gloces. Huesca

Había leído que este barranco era uno de los más bonitos de Pirineos, y aunque no los he hecho todos para poder opinar, sí que puedo decir que si no lo es, poco le faltará...

Es un barranco sencillo, con la única dificultad del primer rápel y algún que otro paso algo delicado (salto o tobogán) que siempre se pueden rapelar. Aún así, no se debe subestimar ya que aunque como ya he dicho no es complicado, sí que es cierto que no hay ningún escape.

Para disfrutarlo, fuimos en familia: Mis hijas (de 7 años y medio), Raquel y Toni (yo mismo) junto con Óscar y su hijo.

En el primer rápel bajamos a todos los niños asegurados con más o menos miedo, y entramos en el área de "no retorno".

Como he comentado, el barranco es espectacular, muy muy bonito, todo encajonado del que disfrutamos todos un montón. Para nuestros hijos se hizo un poco "largo" y en al última parte pasaron frío. Bien es cierto que no llevaban ni escarpines ni guantes... grave error por nuestra parte. No volverá a pasar. 

Aunque es un barranco sencillo, el hecho de no tener escapes hace que yo no lo recomiende como primer barranco, creo que antes habría que probar en otro barranco en el que se pudiera abandonar en el caso de que uno quisiera hacerlo por alguna razón.

Una barranco del que guardaremos un grato recuerdo, sobretodo nuestras hijas, por ser su primer barranco.









miércoles, 5 de agosto de 2015

Foz de la Canal (Parte inferior). Huesca

Continuando con los días de vacaciones por Pirineos, nos acercamos a realizar este bonito barranco.

Al igual que la ferrata del día anterior, nos dividimos de nuevo en 2 grupos, en el primer grupo fueron Elena, Raquel, Mª José, Aleberto y Lolo. Y en el segundo óscar, Arturo y Toni (yo mismo).

De nuevo, el primer grupo se lo tomó con mucha clama (demasiada diría yo). Por lo que nosotros entramos al barranco tardísimo, excatamente a las 18:38. Quizás puede ser una hora razonable si se conoce el barranco y si todos los componentes tiene mucha experiencia, pero en nuestro caso ni lo uno ni lo otro... Así que entramos ya "extresados" y debido a distintos percances e incidencias, nos encontrábamos haciendo el último rápel de 25m anocheciendo, y caminando los últimos 10minutos hasta llegar al coche ya con los frontales...

Para el acceso, nosotros seguimos este track.

Es un barranco muy bonito, pero no es sencillo. En alguno de los rápeles hay que estar muy atento a no pasarse una cabecera intermedia, ya que si no vamos a tener muchas dificultades en recuperar la cuerda. En otra de las cabeceras hay que montar un pequeño pasamanos recupereble, algunas cabeceras tienen varios anclajes por lo que hay que elegir el que más nos convenga... En fin, que se trata de un descenso con cierta complicación.


Mucha atención a una cabecera intermedia, que es muy fácil saltársela

Se aprecia la gran verticalidad de este barranco

Impresionante rápel de 40m

El último rápel de 25m





martes, 4 de agosto de 2015

Vía ferrata Croqueta de Obarra. Huesca

Aprovechando los días de vacaciones en Pirineos, nos acercamos a hacer esta fantástica vía ferrata.

Para esta actividad nos dividimos en dos grupos, uno la haría por la mañana mientras el resto cuidaba de los niños. En el grupo matutino fueron Raquel, Carmen, Oscar, Lolo, Rubén y Arturo. En el de la tarde fumios Arantxa, Mª José y Toni (el que escribe estas líneas).

Después de dejar los coches en la explanada que hay antes de entrar en el túnel y una vez pasado el Monsaterio de Obarra, el acceso a la ferrata se encuentra en el lado izquierdo de la carretera justo antes de entrar en el túnel. Si se quiere realizar combinación de vehículos, se puede dejar un coche en la aldea de Ballabriga, si no, una vez finalizada la ferrata, y desde el pueblo se puede descender por el GR o incluso por la carretera hasta nuestro vehículo como hicimos nosotros.

Al primer grupo, por distintos motivos les costó más de lo previsto, así que nosotros iniciamos el acenso a las 18:30. Muy tarde, lo que nos obligó a acelerar el ritmo y no entretenernos demasiado. Al final terminamos a las 21:30. Justo para llegar a Ballabriga ya anocheciendo.

Personalmente me pareció una ferrata excelente, bien diseñada aprovechando muy bien la montaña. Se podría dividir en 4 tramos, aumentando en dificultad a medida que ascendemos. Al final de cada tramos existe un escape, pero he de decir que no están nada claro. Parece que la senda está bastante escarpada y es complicada. Según me contó el grupo de la mañana, intentaron abandonar después del tramo 2 y no lo consiguieron, llegando al inicio del tramo 4 que tuvieron que hacer.

En cada tramo hay cabeceras para bajar rapelando si no se desea seguir.

Una ferrata recomendable al 100%, muy completa con 3 puentes nepalís y bastantes pasos muy "emocionantes". La única "pega" por decir algo es que le falta un desplome, pero repito, simplemente por decir algo "negativo".




Impresionantes vistas

En uno de los puentes












sábado, 1 de agosto de 2015

Besiberri Sud, Pirineos

En marzo del 2009 hicimos nuestro primer intento invernal a un tresmil, el Besiberri Sud, y no conseguimos hacer cima por problemas de orientación. No es que me muriera por resarcirme, pero salió la oportunidad de subirlo, aunque esta vez en verano, y para allá que nos fuimos Franky y yo (Carlos). Siendo agosto donde los días son largos, planeamos hacer una circular que vi en internet, no difícil técnicamente, pero sí que con bastante desnivel. Saldríamos del refugio de Conangles, y siguiendo el GR-11 subiríamos por el valle de Conangles, pasaríamos por el Lac de Rius y llegaríamos al refugio de la Restanca. A continuación iríamos desde allí al refugio de Ventosa i Calvell, donde dormiríamos. Al día siguiente subiríamos por el barranc de Riumalo al Besiberri Sud, y bajaríamos al coche por el valle de Besiberri. Una buena paliza.

La semana había sido muy lluviosa y fue un milagro que el sábado fuera el primer día con buen tiempo. Subimos por el valle de Conangles con mucho sol y agua por todas partes.

Empezando a patear, el día promete

La subida es fuerte, aunque cómoda, y cuando llegamos al Lac de Rius sabíamos que ya teníamos bastante subida hecha. A pesar del buen tiempo, a partir de aquí empezó a haber bastante niebla, y del Lac vimos sólo una parte.

Llegando a la niebla a la altura del Lac de Rius

Y había tanta agua corriendo por todas partes, el GR incluido, que una de las botas de Franky empezó a claudicar (también tenía que ver que era más vieja que Matusalén, seguramente): la suela empezó a despegarse y cuando estábamos llegando a la Restanca la situación era alarmante. Pasamos por encima de la presa que tenía una pinta fantasmagórica con la niebla, y entramos en el refugio, donde preguntamos si nos podían dar algún cordel para asegurar la bota, pero no tenían nada de nada (un poco raro). Comiendo se nos ocurrió utilizar en la puntera el cordel del fuet, que es bastante resistente, y, junto con una de mis polainas cogiendo la suela por detrás, Franky pudo seguir la marcha.

Presa del refugio de la Restanca, Londres

Continuamos la marcha, y a partir del Estany de Cap deth Pòrt felizmente la niebla nos abandonó. Parece que entraba desde Arán y aquí ya no llegaba.

Estany de Cap deth Pòrt (menudo nombrecito)

El mismo estany, pero mirando atrás

Llegamos al Coll de Crestada, y disfrutamos de todos los estanys que había por nuestro camino antes de llegar al espectacular refugio de Ventosa i Calvell, al lado del bonito Estany Negre.

Coll de Crestada, entramos (¿o salimos?) en Aigüestortes
El emplazamiento del refugio de Ventosa i Calvell es espectacular

El refugio estaba muy lleno, y había incluso familias con niños pequeños porque desde la presa de Cavallers no es difícil llegar. Casualidades de la vida, en el refugio nos encontramos con unos amigos de Manolo, con los cuáles yo había andado una vez, y que iban a hacer más o menos el recorrido de Carros de Foc. ¡Habían salido por la mañana de Valencia, a eso de las 3:00 o 4:00 am y habían subido desde Arán! Desde luego, sarna con gusto no pica.

La cena en el refugio, muy buena, con la omnipresente botifarra, y la noche, bueno, mejor de lo que se podría esperar durmiendo absolutamente todos en la misma habitación, que tiene dos hileras corridas de literas, con lo cual habíamos un montón de personas durmiendo (y roncando) juntos. Y un calor impresionante.

Al día siguiente nos pusimos en marcha hacia el Besiberri Sud. Debido al mal estado de la bota de Franky, habíamos sopesado si abortar la ruta e ir a Cavallers a intentar contratar un taxi que nos llevará al coche, pero Franky decidió que seguíamos adelante. Eso es ser valiente; no sé yo que habría hecho en su lugar... Por fortuna Pablo, uno de los amigos de Manolo, nos había conseguido un cordel, y la situación estaba más bajo control.

El estany Negre desde el refugio, nada más hacerse de día

Bajando, ¡adiós refu!

Nos despedimos y fuimos bajando antes de girar a la derecha para enfilar la subida a los Besiberris. Al principio nos tocó la lotería porque nos alcanzaron un par de chicos que iban a hacer la cresta de los Besiberris, y como iban bastante equipados nos dieron muy generosamente un trozo largo de cordino. Pero ay, nos las prometíamos muy felices, porque al cabo de un rato comprobamos que había desaparecido de la bota. Incluso volví bastante atrás para ver si lo encontraba, pero en vano.

Seguimos subiendo, y hubo un momento en el que perdimos la senda y nos enriscamos un poco en una zona con bastante vegetación y lajas de roca. Al final encontramos el camino, y seguimos con la fuerte subida.

El Estany Negre quedándose muuuy abajo

No quedaba mucho para llegar al Estanyet de Riumalo, quedamos en almorzar en la orilla y decidí adelantarme un poco. Llegué al estanyet y me senté a esperar a Franky. Y esperé, y esperé, así que al final extrañado volví hacia atrás. Me quedé de piedra cuando no conseguí verle, y de nuevo volví al Estanyet, pero ni rastro. No había estado en una situación así, y estaba bastante inquieto; finalmente decidí seguir hacia arriba para ver si lo veía, y finalmente le alcancé. Franky no me vio en el Estanyet y creía que había seguido. Me pegué un susto de muerte, enseñándome que en montaña es mejor no dejarse nadie atrás, y menos aún yendo sólo dos.

Seguimos subiendo y a lo lejos vimos neveros en los accesos a la cresta de los Besiberris, lo que nos asustó un poco porque no llevábamos ni crampones ni piolet, pero finalmente conseguimos sortearlos y llegamos al collado que separa el Comaloforno del Besiberri Sud. Tenía en mente ir al Comaloforno, pero se había hecho tarde, así que directamente subimos al Besiberri, ¡donde nos encontramos a los chicos que habían hecho toda la cresta mientras nosotros habíamos ido como caracoles! Pero en fin, estábamos supercontentos de haber hecho cima, y poder disfrutar de las vistas alrededor.

En la cima del Besiberri Sud

El Aneto desde la cima

En la cima nos asustaron un poco con la bajada inicial desde el coll d'Abellers hacia el valle de Besiberri, pero aunque sí que hay mucha pendiente y mucha piedra suelta (atención a la caída de piedras de gente por arriba), no es difícil. En la invernal del 2009 sin duda no llegamos aquí, y casi con total seguridad nos desviamos demasiado a la izquierda y acabamos subiendo a la cresta, en algún punto al norte del Besiberri Sud.

Seguimos bajando hacia el valle de Besiberri, con algo de nieve al principio y con muchos bloques de piedra después. ¡¡Qué diferencia respecto al 2009!! Mucho más incómodo de andar. En este punto a la otra bota de Franky empezó a despegársele la suela y cada vez el pobre iba más lento.

Bajando desde el coll de Abellers

El Estany de Besiberri, aún lejano

No paramos en el refugio en el que dormimos en el 2009 porque queda en un peñasco elevado, y no teníamos ya ni tiempo ni ganas de subir. Hicimos un merecido descanso en el Estany, donde remojamos los pies, y por último hicimos la bajada hasta el parking, que se nos hizo muy larga.



Los Besiberris al fondo

Al llegar al coche nos bañamos en el río, y nos fuimos raudos hacia Valencia porque entre que la ruta había sido larga y el rollo de las botas, se había hecho supertarde. Desde entonces llevo siempre conmigo cordino, ja, ja.