sábado, 17 de septiembre de 2022

Travesía Caballos-Valle. Red del Silencio. Rasines. Cantabria.

En esta ocasión nos acercamos de nuevo a Cantabria con la intención de realizar esta emblemática travesía. 

Se trata de una de las travesías más largas y exigentes que se pueden hacer hoy en día en España, por lo que por un lado nos atraía el reto, pero por otro nos daba mucho respeto por lo que nos esperaba. 

Como últimamente que vamos hacia Cantabria, daban lluvia justo antes, pero al final las cantidades eran mínimas, por lo que no tuvimos que cancelar el viaje. Al final se formó un grupo de espeleólogos con experiencia en el que todos éramos amigo de... es decir, realmente no nos conocíamos todos. Esto, personalmente, me hico replantearme el viaje, ya que una travesía de esta envergadura, no sólo depende de uno mismo, si no que depende de todo el grupo y un problema de un compañero significa un problema del grupo... al final pudieron más las ganas que el sentido común y para Cantabría que nos fuimos. Al final éramos 7, un grupo algo numeroso para ir todos juntos, pero lo suficientemente pequeño para no hacer 2 grupos por lo que sólo hicimos un grupo. 

El sábado por la mañana y tras un buen desayuno, empezamos la aventura. Inicialmente pasamos por Valle para comprobar que no salía agua y que por tanto era viable realizar la travesía. Como sólo teníamos 2 vehículos, tuvimos que hacer combinación de coches, tened en cuenta que cada trayecto son más de 15 minutos... por lo que calculad mínimo media hora extra para la combinación. Una vez todos en Torcollano, nos equipamos e iniciamos el camino a pie hacia la boca de Caballos, tras poco más de 15 minutos, llegamos a las primeras cuerdas que nos ayudan a destrepar por la dolina hacia la boca. 

No voy a hacer una descripción detallada de la travesía, ya hay descripciones muy curradas, sólo comentaré algunas cosas que creo que pueden ser de interés... 

Hora de entrada: 11:15 de la mañana. Días antes habíamos hablado con Esocan y nos habían dicho que los pozos estaban todos instalados en fijo (como así fue), pero aún así cogimos las cuerdas mínimas necesarias para realizar la travesía por si algún pozo no estaba instalado o por si había que sustituir alguna cuerda... 

Los pozos de entrada son cómodos y se descienden sin dificultad. Muchos pozos pequeños, siendo el más largo de 38m. Como estaban todos instalados, el avance fue rápido llegando a la base de los pozos en unas 2 horas aproximadamente. Durante el descenso de los pozos, debido a la sequía de este año por Cantabria, no tuvimos problemas de caída de agua y no nos mojamos nada de nada. Como anécdota (menos mal que al final todo quedó en una anécdota), contar que de forma fortuita arrastré una roca con la saca, con la mala suerte que cayó sobre mi pie desde una altura de aproximadamente un metro. Un fuerte golpe en el dedo con dolor que me me acompañó durante toda la travesía, afortunadamente, quitando de la hinchazón del dedo gordo, no hubo nada roto y puede continuar sin problemas gracias a las botas que me protegieron de una posible rotura. 

Una vez en la base de los pozos, comimos algo rápido y seguimos el camino. Como segunda anécdota, Kiko se dejó una saquita con toda la comida en este punto, se dio cuenta mucho después cuando ya era demasiado tarde para volver a por ella, por lo que tuvimos que repartir los víveres con él durante todo el recorrido. Ahora empezaba el meandro, un meandro estrecho, bastante estrecho en algunos puntos en los que en algún caso habrá que trepar para buscar un zona más ancha para pasar, pero aún así casi siempre se avanza con facilidad. Eso sí, el meandro es laaaaaargo, muy laaaaargo, tardamos unas 2 horas y media aproximadamente en superarlo. 

El meandro "desemboca" en el Colector, por el que en este punto tendremos que seguir en el sentido del agua. Ahora seguiremos un rato por el agua hasta avanzar por galerías fósiles. Todo el recorrido está balizado por lo que no tiene pérdida. Cuando por fin llegamos al sifón, descubrimos que no tenía agua, simplemente era unas sencilla gatera que se pasaba a 4 patas sin ninguna dificultad. Seguimos avanzando siguiente los catadióptricos e hitos, sin nada reseñable hasta llegar al Sifón de Barro, allí descubrimos que sigue lleno de agua, por lo que sí o sí, habrá que hacer la escalada de 12 metros y avanzar por la galería superior y paralela y descender de nuevo el rápel de 22m para superarlo. En este rápel descubrimos que la cuerda estaba en muy mal estado, incluso con un nudo a unos 3 metros de la base y ya sólo el alma de la cuerda después del nudo por lo que decidimos reemplazarla por la que llevábamos nosotros. Debemos llevar siempre cuerdas para sustituir la instalación si es necesario, pensad en el esfuerzo (tanto de trabajo como económico) que ha supuesto instalar toda la travesía en fijo para que cualquiera de nosotros pueda disfrutarla, ¿Qué menos que aportar nuestro pequeño granito de arena en mantenerla en buenas condiciones? Por supuesto, luego tenemos que llevarnos la cuerda deteriorada, no hay que dejar nada de basura. 

Llegamos a la zona de laminadores, punto que me preocupaba por temas de claustrofobia, pero quitando del primer paso en el que tocaremos con pecho en el suelo y espalda en el techo, el resto ya no es tan estrecho. Eso sí, es largo, pero siempre hay tramos en los que descansar y donde podremos incorporarnos. Como decía, esta zona es larga, pero pensaba que iba a ser peor, al final no es para tanto. Eso sí, no olvidemos las rodilleras. Luego atravesamos la Galería de la Luna sin complicación,  El Sáhara, xxxxxx muy agradables.

Entramos en una zona con formaciones, bastante bonita (de las pocas que vamos a encontrar durante el recorrido). Y por fin, volvemos a meternos en el cauce activo. Ahora llegamos a los caos de bloques donde quizás encontraremos una de las zonas más complicadas, hay algún paso algo expuesto que no vendría mal que estuviera asegurado con algún pasamanos. También echamos en falta que estuviera mejor indicado el recorrido, ya que en algún punto no es evidente. Sobre todo en el último caos de bloques, donde tenemos que ascender hasta el techo entre los bloques y el catadióptrico que indicaba el camino a seguir, estaba lleno de barro y no se veía. 

Una vez superados los caos de bloques ya estamos casi fuera, un último rápel y ya se "huele" la salida. Sólo nos queda superar un último lago y por fin fuera. Hora: 3:30 de la mañana!!!! En total 15:45 minutos de travesía (con paradas, cambio cuerda y reagrupamientos incluidos). Prueba superada!!!!!!!!!!! 

Ahora, teníamos que cambiarnos, ir a por el otro coche, etc... un rollo, pero felices de haber recorrido esta emblemática travesía. 

Algunas opiniones: Como ya había leído en algún sitio, no es necesario neopreno, como mucho en algún paso te mojas hasta el ombligo, donde hay más profundidad tendremos pasamanos para evitar el agua, por lo que es suficiente con unos escarpines. Alguno de los compañeros llevaban botas de agua, pero opino que no es lo más recomendable ya que al final se llenan de agua y no hacían más que quitárselas para vaciarlas. Además les hacían "ventosa" y les costaba horrores sacar el pie. En fin cada cual que elija. 
No es una cueva demasiado fría, aun así, hay que abrigarse para las paradas. Se puede coger agua de multitud de sitios, por lo que no hace falta ir muy cargados de agua. Si somos cuidadosos, las sacas no tienen por qué mojarse, aún así, alguna bolsa estanca o bote estanco es necesario por si... 

Un travesía exigente por su longitud y espectacular, con una diversidad de "paisajes" impresionantes, donde todo es a lo grande... si hay un meandro, tienes 2 horas y pico de meandro, si laminador, 2 horas y pico de de laminador, etc.

Descendiendo los pozos de entrada

Avanzando por el meandro

En algún punto del meandro tendremos que descender

Más meandro


Bellos rincones en la zona activa




Laminadores

Y más laminador

De las pocas formaciones que vamos a encontrar en el recorrido



Un habitante de las profundidades


Los 7 componentes en la salida de Valle, felices por la prueba superada