Esta vez habíamos un fin de semana de barrancos como escusa para ver a viejos amigos que por diferentes circunstancias hacía tiempo que no quedábamos. Al final nos juntamos más de 16 personas!!!!! Un montón de gente para barranquear y más cuando había gente que llevaba muuucho tiempo sin hacer ningún barranco.
Para no dividir el grupo, decidimos buscar cosas sencillas con pocos rápeles, y el primero de los barrancos fue el de Escarrilla.
Tras dejar el vehículo a las afueras del pueblo de Escarrilla, (justo antes del túnel a mano izquierda hay un aparcamiento). Empezamos el camino de aproximación de una media hora de duración. la aproximación realmente lo que hace es superar el túnel, por lo que es posible hacer combinación de vehículos si no se tiene ganas de caminar...
Llegados a la presa, descendimos para iniciar el barranco. Lo que más nos sorprendió era la poca agua que llevaba, la presa sólo mantenía el caudal ecológico, pese ha indicar que el nivel era medio. Entendemos que el nivel medio de ese cañón es ya de por si un nivel bajo... en fin...
Nos equipamos y nos metimos en la primera zona inundada con agua muy fría (luego ya no lo estaba tanto) y algo estancada...
A partir de aquí, se convierte en una larga caminata por el cauce sin más interés que llegar a la zona engorgada, donde podemos disfrutar de las vistas y del rápel (el único que tiene) que no tiene ningún tipo de complicación.
En aproximadamente 2 horas ya habíamos llegado al final (en el pueblo de Escarrilla).
Una vez llegamos al final, parte del grupo se fue al pueblo de Escarrilla a comer y otra parte seguimos por el cauce iniciando el barranco de Costechal.
Un barranco que nos defraudó bastante, por su poco caudal, monotonía y técnicamente tampoco tiene demasiado aliciente. La parte engorgada es la más estética pero en mi opinión no compensa. Una pena.
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