Aprovechando el fin de semana antes de volver a València, nos acercamos a visitar esta cavidad sin más pretensión que pasar un buen rato.
La cavidad está totalmente reequipada con químicos gracias al esfuerzo y gran trabajo de nuestros amigos del Club Viana.
La reequipación es excelente, con un largo pasamanos que evita cualquier posible caída de piedras. Pese a su longitud, se supera muy cómodo ya que hay una repisa para apoyarnos.
Sin grandes dificultades y en menos de 2 horas llegamos al final de la cavidad, comimos algo y para arriba, no era cuestión de entretenerse demasiado.
Jose fue el encargado de la instalación y Eva empezó con la desinstalación, cuando íbamos subiendo uno de los compañeros comentó que había perdido el reloj y que estuviéramos atentos por si lo veíamos... una de esas casualidades, como era un smartwatch de esos que te mide las pulsaciones, otro compañero vio durante unos segundos y a lo lejos las luces verdes que usa el reloj para la medición del pulso en la rampa que da al último pozo, así que aprovechando la cuerda una vez superado el pasamanos, descendí en su búsqueda, increible! Encontrar un reloj y encima gris en una sima como esa!
A partir de este punto seguí con la desinstalación hasta llegar a la salida.
Una sima bastante interesante, sin formaciones pero con pozos amplios e ideal para una mañana si no se dispone de mucho tiempo como era nuestro caso.
Lo pasamos genial!
La boca |
Algunos de los componentes |
El pozo de entrada |
Superando el largo pasamanos |
El pasamanos |
En la cabecera del último pozo |
En la base de la sima, posando para la ocasión |
Durante el ascenso |
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