domingo, 9 de agosto de 2020

Cueva de La Leze. Araba (Álava).

Para completar las actividades por la zona, no desplazamos hasta la localidad de Ilarduia para hacer esta corta pero preciosa travesía espeleológica.

El grupo lo formamos Andrea y Laia (12 años) bien acompañadas por Jose y Fran que ya habían hecho esta cueva, junto con Raquel y Toni.

Para acceder, nosotros seguimos este track, que parece que aunque no es tan directo sí que es mucho más cómodo. Lo peor es la fuerte subida hasta el collado y la posterior fuerte bajada hasta el inicio de la cueva. La aproximación es de algo más de una hora.

Una vez allí nos equipamos con los neoprenos y descendimos el primer rápel por el lecho del barranco de 23m. Existe la alternativa de destrepar utilizando un árbol como cabecera más corto. Una vez descendido, un pasamanos nos lleva a otro rápel que esta vez sí, nos lleva al inicio de la cueva.

Toda la cueva está perfectamente instalada para realizarla con técnica de doble cuerda, el rápel más largo es de 13m (23 si optamos por hacer el rápel exterior) por lo que es suficiente con 2 cuerdas de 30 metros.

Sin más contratiempos y disfrutando del increíble paisaje en 3 horas estábamos todos fuera, y eso que tuvimos que esperar algo, ya que coincidimos con una empresa de aventura que hizo que nos retrasáramos y que quitó algo de encanto a esta minitravesía al encontrarla algo "concurrida", una pena, pero tienen el mismo derecho a disfrutarla que nosotros.

Ya casi al final hay un "micro" sifón que se pasa sin ningún tipo de problema (incluso se puede evitar).

En la salida, la gente que se había acercado a hacer alguna foto, flipaban al vernos salir por aquel enorme agujero saliendo de lo "desconocido". Desde la salida en 5 minutos ya estábamos en los vehículos.

Como anécdota destacar que yo casi la hice a oscuras... mis frontales de espeleo se lo había dejado a mis hijas y el que llevaba además de tener pocos lúmenes encima no tenía casi pilas... en fin, aunque con muy poca luz, suficiente para montar las cabeceras o desmontarlas... eso sí, las fotos que yo hice fueron un desastre.

Una sencilla travesía (o barranco bajo tierra) pero espectacular por su belleza, aunque sencilla, impresiona por su tamaño y el hecho de necesitar frontales añade algo más de complejidad si no se está acostumbrado a la espeleología.

La enorme boca de entrada


El primer rápel que hicimos ya en el lecho del barranco
Pasamanos de acceso


El rápel que nos conduce a la boca






Viendo ya la salida






La boda de salida

Los 6 componentes


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