Hacía muchos años que había visitado esta cueva y desde entonces que quería volver pero nunca encontrábamos una fecha. Tras las últimas noticias de que el ayuntamiento de Alcudia de Veo iba a cerrar la cueva para el público en general y que sólo se podría visitar con una empresa de aventura o solicitando permisos, decidimos aprovechar el último día antes de su cierre para visitarla con los más pequeños.
Así que para Alcudia de Veo nos fuimos Raquel, Ana, Jose, Álvaro, Andrea, Laia y Toni.
Tras aparcar al lado de la carretera, nos pusimos parte de los neoprenos e iniciamos el corto descenso que en 5 minutos nos lleva hasta la boca de la cueva. Tras terminar de equiparnos, nos fuimos para adentro...
A los pocos metros de caminar por el agua, tenemos que avanzar por una estrecha galería a nuestra izquierda donde nos tenemos que meter totalmente en el agua. Es uno de los puntos más delicados, donde pondrá a prueba nuestra claustrofobia. Una pequeña galería llena de agua de unos 3 metros de longitud, en la que vamos nadando y en la que solo hay espacio para nuestra cabeza, hasta llegar a un corto paso casi sifonado donde tendremos que sumergirnos casi por completo para superarlo. A partir de aquí el avance se hace mucho más amable, donde sólo tenemos que seguir el camino evidente por el que transcurren las aguas subterráneas.
Sin dificultades vamos avanzando hasta llegar al sifón. En este punto tenemos dos opciones, la primera sumergirnos aproximadamente un metro hasta superar el sifón o ascender por la galería lateral que nos lleva tras el sifón. A los más pequeños les ayudamos a avanzar por la galería y alguno de nosotros superó el sifón (incluso varias veces)
Tras disfrutar de la belleza del recorrido, llegamos a una pequeña cascada que podemos ascender sin dificultad y seguir avanzando por una zona algo estrecha hasta el sifón terminal. Fin del recorrido. Ahora sólo queda volver por nuestros pasos hasta la salida.
Esta cueva ya la había visitado hará unos 20 años (íbamos con carburero). Después de tantos años haciendo espeleo y visitando muchas cavidades, he de decir que esta cueva no me defraudó en absoluto. Un precioso río subterráneo "al lado de casa".
Como comentaba, la cueva a partir de septiembre de este año debe estar cerrada, y sólo es posible visitarla con guías o "siempre y cuando presenten certificados y títulos profesionales que acrediten su formación". Desconozco si es suficiente con presentar la licencia federativa.
La boca de la Cueva del Toro |
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