martes, 20 de agosto de 2019

Mina Sel de Haya. Rodezas. Cantabria.

Disfrutando de los días de vacaciones por Cantabria y como el tiempo parecía que nos nos iba a acompañar (al final sí que nos acompañó), decidirnos acercarnos a visitar esta mina con los más pequeños donde estaríamos a cubierto de las inclemencias metereológicas.

Conocimos de la existencia de esta mina por existencia por casualidad, ya que nos habló de esta travesía un compañero de espelo que nos encontramos a la salida de una cueva por allí por Cantabria. Aunque nos habló de la travesía nos comentó que podíamos visitar la mina con los niños.

La visita no tiene demasiadas dificultades pero como siempre hay que extremar las precauciones. Hay algún paso donde se pincha el agún soplao con caída en el que habrá que tener cuidado. También hay que estar atento a la descripción para evitar posibles pérdidas. En cualquier caso, que nadie realice esta visita sin tener experiencia en el mundo subterráneo y sin tomar todas las medidas de seguridad necesarias. Como ya hemos comentado más de una vez, el mundo subterráneo no es un entorno muy amigable.

Al final una actividad diferente y muy interesante que nos encantó. Queda pendiente acercarnos de nuevo, sólo los mayores, para realizar la travesía integral.

La entrada a la mina

Avanzando por la galería principal

Vale la pena desviarse del camino principal unos metros para visitar la estación de bombeo.

Como comentaba en algunos pasos hay que extremar las precauciones


Alguien tendrá que mojarse los pies...


Desde aquí remolcaban las vagonetas



Después de adentrarnos por las galerías encontramos las vías de las vagonetas. Ya no era rentable su extracción para vender el hierro por lo que siguen ahí intactas,


La escalera aunque tiene ya 100 años se conserva bastante bien. Su descenso nos permite entrar en el soplao.

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