Después de haber disfrutado de la Sima de los Candelones, nos acercamos a visitar esta otra sima que se encuentra a pocos metros de la anterior.
La sima consta de un pozo de 20 metros que haciendo un péndulo nos permite acceder a través de una ventana a otro pozo de 14 metros que da acceso a una gran sala repleta de formaciones: estalagtitas, estalagmitas, columnas y coladas. Una sala preciosa que bien vale una visita.
Casi al final de la sala nos encontramos con los pedazos de lo que antiguamente fue una gran estalagmita. No sabemos a ciencia cierta si la rotura ha sido natural, aunque desgraciadamente todo nos hace pensar que algún energúmeno ha sido el causante de este sacrilegio. Quizás con el material adecuado sería posible reconstruirla...
Una preciosa y sencilla cavidad repleta de formaciones.
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La estalagmita rota |
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Una parte reconstruída |
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Pequeña colonia de murciélagos |
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Ascendiendo por el pozo de salida |
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