domingo, 22 de diciembre de 2024

Barranco del Carcalín, Buñol

Lo que son las cosas, habíamos quedado Toni y yo para hacer el barranco del Carcalín en Buñol el 9 de noviembre (sólo está permitido atravesar el túnel de octubre a marzo, para dejar tranquilos a los murciélagos el resto del año), y el 29 de octubre vino la dana para cambiar nuestros planes; que no nos quejamos, dado el desastre ocurrido, porque a nosotros no nos ha afectado. Pero en Buñol habían llovido más de 200 l/m2, así que el barranco del Carcalín, que viene de Siete Aguas, seguramente estaba devastado. Eso, unido a los avisos de las federaciones de montaña y espeleología de no hacer barranquismo para evitar accidentes, hizo que retrasáramos al 22 de diciembre el intento al barranco.

Y aún así ese día fuimos con bastantes dudas. Llegamos a Buñol, y vimos que gran parte del paseo al lado del río Buñol estaba totalmente derrumbado, con la pasarela que cruza el río desaparecida, y un coche destrozado dentro del cauce. El río viene por el barranco del Carcalín antes de llegar a la población, así que ya estaba claro que había bajado a lo bestia.

Subimos con el coche hasta el parking habitual para hacer el barranco, y tras un primer vistazo en el que vimos la parte del barranco después del túnel bastante decente, y aún con agua, y la entrada superior del túnel llenísima de troncos y ramas, nos enfundamos los neoprenos y el material, y fuimos a ver si se podía hacer la travesía del túnel. Y no, imposible. Toni bajó por el rápel (en buen estado) y estuvo buscando algún hueco por donde entrar, en vano. La cantidad de troncos y maleza acumulada en la entrada era enorme, hasta tal punto que en algún momento de la crecida, el agua ya no podía pasar por dentro del túnel, o éste no daba abasto, y saltó por arriba, por el llamado puente natural, que está ahora totalmente desprovisto de vegetación, arrasada por el agua. Y nos quedamos con la duda de si es posible que parte de la cueva, o al menos la entrada, esté colmatada con piedras, ya que vimos muchas en el lecho del barranco previo a la cueva, y parecía que el rápel de bajada era bastante más corto que lo descrito en la topo.


Tapón brutal de troncos y ramas en la entrada del túnel


Rápel inicial de 12m. Muchísimo canto rodado en el lecho

Así que, decepcionados, nos fuimos a los rápeles que hay para bajar al barranco justo después del túnel. Nos costó un poco encontrar el que baja hasta el lecho del barranco, pero nos quedamos asombrados que todavía quedaba mucha agua, tanta que cuando bajamos el rápel, tuvimos que nadar. 


El rápel de 10 m que baja al lado de la boca inferior del túnel

El nivel del agua había estado mucho más alto, pero la boca del túnel se veía bastante despejada, así que nadando con los frontales nos internamos, hasta que llegamos a la zona donde baja el segundo rápel (8 m) dentro de la cavidad. Había atravesado un tronco enorme de pino, en proceso de descomposición, y por el rápel caía algo de agua. Como no había cuerda puesta, ya no pudimos seguir, pero al menos pudimos visitar la parte inferior del túnel.


A nadar toca... Se ve por dónde llegó el agua.

El resto del barranco también tenía bastante agua, teniendo que nadar en algunos sitios. La verdad que fue muy bonito verlo con agua. Los anclajes de las reuniones habían aguantado la crecida, aunque alguna con ramas atrapadas en la cadena de unión entre las dos anillas.


Ramos cogidas en la reunión, señal de que mejor no instalar cadena


El agua no estaba muy fría, se estaba bien


                                    
Ya casi al final


Total, que habrá que ver qué pasa en el futuro con la entrada superior del túnel... Para desatascar lo que hay ahí, si sólo son troncos y ramas, hará falta motosierras, pero supongo que nadie va a tener tiempo o ganas de hacerlo. Y si además hay piedras de gran tamaño, olvídate.

Una aventura en la que vimos la fuerza de la naturaleza.



sábado, 23 de noviembre de 2024

Avenc dels Possos. Azuébar. Castelló.

Uns quants amics venies de Madrid per la torbada d'espeleòlegs a Eslida. Una de les cavitats a visitar era L'avenc del Possos. En el meu cas era la tercera vegada que la visitava, però és una cavitat molt interessant (de les que més m'agraden) per tant, no m'importava repetir-la. A més a més, travar-la ja instal·lada és una passada. La veritat és que estava un poc preocupat amb tota la gent que s'havia apuntat, i pensava que hi haurien cues per a passar l'estretor d'entrada i baixar els pous, però la veritat estava molt ben organitzxat, ja que es baixava per la via Seca i després es pujava per la via dels Tollets.

Una vegada arribàrem baix, decidírem anar cap a la Sala Blanca, una zona on no hi havia anat mai. Després de arrossegar-nos i amb alguna dificultat per fi trobàrem la sala. Tornàrem i començàrem el camí del riu avall fins a la Sala Gran, on superarem el pas del Bocí. Uf! Una estretor vertical que després arriba a un estre laminador de baixada que ens porta a una sala de bones dimensions on podem baixar fins a arribar al sifó Ana. Molt content perquè aquesta paret de la cavitat la desconeixia. Dura, dura... Eixirem tots plens de fang.

Per últim, anàrem riu amunt per a superar el laminador sifonant.

Un dia guai d'espeleo, dur però molt divertit.

Els 5 components





D'esprés de visitar el sifó Ana





domingo, 27 de octubre de 2024

Pasqual Majo. Pedralba. València.

Después de la sima de ayer, buscábamos una sima que no fuera demasiado larga y que estuviera cerca para hacer en una mañana, ya que 2 de nuestros compañeros tenían que volver a Madrid y no se podía hacer muy tarde. La elegida fue Pascual Majo. Era la segunda vez que iba a esta sima y de la que no guardaba buenos recuerdos, podéis  leer la entrada anterior en este blog aquí con más información de la sima.

Esta vez, con las coordenadas correctas dimos con la boca sin problemas. Recordaba el laminador de entrada, pero la verdad es que no lo recordaba tan largo y bajo, si tienes claustrofobia no lo recomiendo.

Sin problemas llegamos al pozo de descenso, más que un pozo, es una fractura. Como teníamos poco tiempo Lolo fue el encargado de la instalación y yo de segundo. Empezamos a bajar, pero como ya sabemos en la espeleo no podemos ir con prisa y la instalación cuesta... así, que después de un rato y viendo que se nos echaba el tiempo encima, decidimos que no valía la pena seguir, así que media vuelta y para arriba. De hecho, al final Kiko y Helen ni bajaron. En fin, que Lolo y yo nos quedamos cerca del final, pero no llegamos, de nuevo se me resiste esta cavidad...

Realmente es una cavidad que no tiene nada demasiado interesante, primero el laminador y luego la fractura. Nada más.

Los 4 componentes

La boca de entrada


Avanzando por el laminador


Descendiendo la fractura










sábado, 26 de octubre de 2024

Espeleo en la Calderona

Ya hace bastantes años que mi amigo Toni practica espeleología, y me había sugerido que yo también podría probar, a él le encanta. No es por falta de ganas, pero entre el barranquismo, el montañismo, la bicicleta y la familia (la pongo en último lugar, pero es lo más importante), ya no podía meter una afición más en la agenda.

Pero estos días me comentó que iban a hacer una cueva fácil en la Calderona, y me picó el gusanillo, así que para allá que nos fuimos, junto con unas cuantos más, algunos ya conocidos de la zona de Valencia, pero también un par de personas que venían a pasar el finde desde Madrid, y dos australianos que estaban de paso.


El grupo al completo

Me dejaba todo el material, que para mí era totalmente extraño: un mono sé lo que es y cómo ponérmelo, pero el croll, el puño, el stop, el arnés tan raro, ... Si no es por la ayuda, me pongo todo mal. Tras una corta aproximación, llegamos a un agujerillo por el que yo solo y sin tener ni idea de a dónde lleva, no me metería ni loco.

Me preguntaba cómo me iría el tema de la claustrofobia, y la verdad que no tuve en ningún momento. Por lo que me cuentan, hay cuevas mucho, mucho peores, pero ésta ya tenía su dosis de "subo este brazo pegado al cuerpo porque no hay sitio para extenderlo normalmente", o "no puedo subir la pierna porque me toca la rodilla en esta roca, tengo que subirla de lado", así que muy contento y una experiencia nueva y muy bonita.

Después de bajar andando en el tramo inicial, llegamos al pozo, que no es el único en la cueva, pero sólo hicimos éste por falta de tiempo, al ir mucha gente, y con un novato como yo. No tuve ningún problema con las alturas gracias al barranquismo y a las explicaciones de Toni para hacer los fraccionamientos; el stop para bajar da mucha seguridad.

El pozo

En la parte baja, visitamos varias salas en la que hay fósiles de un rinoceronte lanudo y otros animales, los cuáles no está del todo claro cómo llegaron hasta allí, pero que es impresionante lo bien que se conservan, y pensar que en esta zona alguna vez hubo rinocerontes.

En la base del pozo. El segundo pozo no lo hicimos por falta de tiempo

Fósiles del rinoceronte y otros animales

Finalmente iniciamos la vuelta por el pozo, lo cual también fue toda una experiencia para mí, que no había nunca subido por una cuerda, con el puño y el croll: super chulo, especialmente en la parte volada donde la pared no molesta para subir como un gusano. Algún problemilla en los fraccionamientos, pero sin ser excesivos.

De nuevo atravesamos la zona de andar y estrecheces, y salimos a la superficie con ya pocas horas de luz por delante. Es como nacer otra vez, jaja.

El resto del grupo se quedó a cenar por los alrededores, pero yo desafortunadamente me tuve que volver por obligaciones familiares. Pero lo importante fue la cueva, que me gustó mucho, ¡seguramente repetiré!

domingo, 6 de octubre de 2024

Travesía Ojancano - Anjana. Cantabria.

Hay veces, que sin esperarlo, se encuentran "perlitas" como esta travesía. La verdad es que ni recuerdo quién o cómo es que decidimos acudir a recorrer esta travesía. Es cierto que buscábamos una actividad corta de domingo, después de la dura travesía del día anterior, por tanto, no esperábamos gran cosa...

Como ya he adelantado se trata de una travesía corta, sencilla pero muy muy bonita. Nos sorprendió muy gratamente.

Tiene formaciones (no es una locura), pero sí que tiene algunos rincones muy bonitos, tiene pasamanos (sencillos), laminadores, meandros y sobre todo (a mi lo que más mes gustó) un río subterráneo. Precioso. No suele llevar mucha agua, por lo que como mucho te mojas un poco más arriba de las rodillas. En fin, que tiene un poco de todo, es una travesía muy completa. Además, está instalada en fijo.

No se trata de una travesía "lineal", es más bien casi circular ya que la boca de entrada está relativamente cerca de la de salida, realmente es un recorrido por la parte fósil, descenso a la parte activa y vuelta de nuevo a la parte fósil (de hecho volvemos a una sala que ya hemos estado con anterioridad). En nuestro caso, el problema que tuvimos es que no encontrábamos la salida. Estuvimos un buen rato buscándola y no había forma... El resto de la travesía está más o menos balizado, pero la salida no (o nosotros no encontramos la marca), el caso es que después de una rato intentando dar con el camino de salida sin encontrarlo y para no perder más tiempo, decidimos volver por donde habíamos venido, ya que como he comentado antes estábamos en una sala que ya conocíamos y que no estaba lejos de la boca de entrada. En fin, que se nos quedó esa pequeña espinita clavada... Volveremos.


La pequeña boca de entrada

La sala nada más entrar

Laminador

La parte fósil



Descendiendo a la parte activa








De nuevo ascendiendo a la parte fósil





A la salida... (faltan 2)

















sábado, 5 de octubre de 2024

Travesía Torca Fría - Lobos. Cantabria

De nuevo nos fuimos a tierras cántabras a recorrer esta travesía.

No voy a realizar una descripción de la travesía, para ello hay documentos que la describen en detalle y de forma excelente.

Los primeros posos no están instalados, por lo que hay que llevar cuerdas. El laminador vertical es estrecho, muy estrecho, así que paciencia y poco a poco, ya que son unos metros. Es cierto que una vez superado y una vez accedemos al meandro, corre una brisa que al cabo de un rato, mientras esperas a los compañeros se nota el frío. Después se lleva bien. No hay agua en todo el recorrido (o casi), preveed el agua necesaria. 

Es una travesía durilla, meandro y más meandro, con pasamanos desfondando en algún punto algo atléticos. Sin apenas formaciones y con algunos pasos estrechos. Sinceramente, no es de las travesías que más me han gustado, aunque es interesante deportivamente hablando, como ya he dicho no tiene a penas formaciones y es totalmente seca. La travesía está toda balizada, aunque es difícil perderse, sólo hay que seguir el meandro... 

Por otro lado, desde aquí agradecer el gran trabajo que ha hecho el Viana, reinstalando, e instalando en fijo pasamanos y pasos aéreos que antes no estaban asegurados. Así, da gusto...

A nosotros (un grupo de 6 espeleólogos) nos costó 7 horas y media de boca a boca (contando una parada para comer), a ese tiempo tenemos que añadir el tiempo de aproximación a la boca y retorno.

Por cierto, la aproximación y retorno preciosos, por un hayedo espectacular. Muy bonito.

Posando en la boca

Entrando

Los primeros pozos

Pasamanos de acceso al laminador vertical (en fijo)

Saliendo del laminador

Meandro...

Algún paso estrecho

Más meandro





Zona más cómoda



Casi al final tenemos grandes salas

Boca de salida


Foto de grupo (casi completo) en la salida