Siguiendo por tierras alicantinas, esta vez nos acercamos Callosa a recorrer esta magnífica vía ferrata.
Nosotros nos encontramos la zona de parking cerrada, por lo que tuvimos que aparcar al lado de la carretera y entrar por un lateral de la vall. Hay una escalera detrás de la valla para acceder. En unos 15 minutos andando llegamos al inicio de la ferrata.
La vía tiene 2 partes claramente diferenciadas por su dificultad, la primera K2 apta para hacer en familia con varios puentes y pasos sin mucha dificultad. Los pequeños (y mayores) la disfrutamos un montón.
Una vez terminada esta parte, podemos coger el camino de vuelta o continuar por el segundo tramo catalogado como k4/K5. En este tramo los escalones están un poco más separados y la vía gana en verticalidad además de algunos pasos desplomados o con los escalones "justos" para superarlos. Una vez llegados arriba del todo, un puente tibetano nos acerca a uno de los puntos característicos de la vía, espectacular puente largo y aéreo, que cruza al otro lado de la montaña. El puente aunque espectacular no tiene ninguna dificultad, sólo aspectos psicológicos. A partir de aquí, la ferrata se hace un poco monótona, ya que tenemos un largo flanqueo horizontal que nos lleva a otro pequeño puente tibetano y a los 2 puntos más críticos de la vía, un desplome en descenso que tendremos que superar con mucho cuidado y el último descenso desplomado que nos conduce al final. En ambos puntos (sobretodo el segundo) pondrán a prueba nuestra agilidad y fuerza de brazos. Si no vemos claro el segundo desplome podemos montar un rápel de unos 30m para evitarlo.
Un pedazo de ferrata, podemos decir que de las grandes e imprescindibles. No hay que perdérsela.
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Superando uno de los múltiples puentes de la vía |
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El primer puente de la zona k4/k5 |
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El puente más largo y espectacular de la vía |
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Curioso agujero que atraviesa la vía |
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El largo flanqueo horizontal |
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El último desplome, el paso más difícil de la vía. |
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