domingo, 26 de agosto de 2018

Barranco Val Maggiore. Dolomitas. Italia.

Una de las actividades programadas por la zona de Dolomitas era hacer al menos un barranco. La idea inicial era descender el Gole del Soffia y para allí nos fuimos Lolo y Toni.  El día había amanecido nublado y aún caía alguna gota, pero las predicciones eran buenas, a lo largo del día el tiempo mejoraría. Lo malo, es que la noche anterior estuvo lloviendo e incluso nevando tan sólo por encima de los 1700m, impresionante para un mes de agosto!

Pocos metros antes de llegar al bar de Soffia, aparcamos y empezamos a equipamos sin llamar la atención (ya habíamos leído que los barrancos en teoría están prohibidos). Pese a nuestros intentos de pasar desapercibidos, se acercaron unos americanos que según dicen habían hecho el barranco hace años, a comentarnos que pensaban que llevaba mucha agua y un cartel que habían visto al lao del bar, pero que no acababan de entender... Al acercarnos a leer el cartel, se trataba de un panel informativo de las autoridades informando que desde (creo recordar) julio del 2018 estaba totalmente prohibido descender los barrancos del parque nacional, bajo multas que iban desde 50€ hasta 1700€, uf! mal asunto. Aún así, ya que estábamos allí decidimos seguir adelante. Nos acabamos de equipar y empezamos el ascenso por la senda, a los pocos metros unos gritos: "Stop! Stop!"  Los americanos se habían acercado a la salida del barranco y según ellos estaba muy peligroso, demasiada agua. Así que al final desistimos (siempre dudaremos si realmente era así, o lo podíamos haber descendido), pero cuando se ponen en contra tantas cosas, a veces lo más sabio es renunciar.

Desde aquí, mi molesta opinión sobre las Dolomitas: El paraíso que dejó de serlo. No puedo entender como se prohibe el descenso de barrancos, pero en cambio se construyen teleféricos por TODAS partes para subir a casi todas las montañas. Una aberración. Todos son pistas de esquí. Luego existen carreteras para cruzar entre todos los valles, con los correspondientes aparcamientos, bares y tiendas de souvenirs en cada collado (y su teleférico). Juntándose allí, los que van en motos (grandes y ruidosas motos), los que van en coche y paran 1 segundo para hacer la foto y seguir... más los pobres ciclistas (envueltos en un tràfico infernal). Montañas preciosas, eso sí, pero en las que si haces una ruta, tras horas de ascensión te encuentras a una "tía maría" en chanclas a 2500m porque ha subido tranquilamente por un teleférico desde no se sabe dónde... Y podemos seguir. Caro. Todo hiper caro. Cobrándote por todo: por aparcar, por mear, y en algunos sitios hasta por caminar. En mi opinión, si buscáis tranquilidad y montaña de verdad, no es un sitio muy recomendable. Por supuesto que aún hay zonas que valen la pena, pero cuesta encontrarlas. Demasiado turismo, y además todo orientado al turismo que deja pasta. Si lo que buscas son barrancos (eso no deja dinero) no eres bienvenido. 

En fin... volviendo al tema. Dada la hora teníamos que buscar una alternativa y esta fue el Val Maggiore. Un barranco sencillo, cercano y que seguramente no llevaría tanto caudal.

Para allí que nos fuimos. El problema es que sólo llevábamos un vehículo, por lo que no podíamos hacerlo entero, así que hicimos sólo la segunda parte.

El vehículo lo podemos dejar al lado del Albergo de Mrach, en la Secca (Belluno). Estas son las coordenadas: 46.132511, 12.317344. 

Desde el aparcamiento nos equipamos y empezamos a ascender el barranco justo por su derecha, cruzando primero las vías del tren y luego por el mismo lecho hasta ascender a una senda por su izquierda. Esta senda debe empezar desde la carretera por la parte izquierda del barranco, ya que por donde nosotros subimos estaba muy poco marcada y además cruzamos unos metros por propiedad privada... En cualquier caso, se puede hacer la segunda parte sin necesidad de combinación de vehículos.

En poco más de media hora estábamos en el pequeño puente que cruza el barranco y marca el inicio de la segunda parte.

Se trata de un barranco sencillo, bastante encajonado de unas características sorprendentes. El rápel más largo es el primero de 25m (se puede fraccionar a la mitad). Luego, unos cuantos rápeles cortos y sencillos, algún tobogán y algún salto. Hasta llegar a la parte final del barranco, justo por debajo de la autopista. Un feo final para un bonito barranco. Una pena. Un barranco con el que nos quedamos con un sabor agridulce. Primero, porque no era la idea inicial, segundo por que buscábamos un descenso con mayor entidad y tercero porque el final desmerece: entre la autopista y la vía del tren, más que un barranco, el final parece una cloaca. Conclusión: No vale la pena irse tan lejos para descender un barranco como este.

Descenso: 2 horas 2 personas.

Precioso primer rápel

Zonas espectaculares


La morfología es sorprendente








Descendiendo por debajo de la autopista

El final, las aguas bastante sucias.

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