El acceso desde Uña, se realiza bordeando la laguan por la pista que lleva hacia las Catedrales, podíes seguir este track. Se puede recorrer con un turismo hasta casi el final de la pista. Nosotros avanzamos hasta que había que vadear un río y como el paso no estaba del todo claro preferimos dejar el coche en ese punto y caminar (hasta el inicio de la senda no será más de 5 minutos andando).
La senda que nos lleva a la cueva es la misma que lleva a las "Catedrales" (debemos poco antes de llegar). Si tenemos tiempo, es una visita obligada. Un bello lugar.
Después de visitar Las Catedrales nos acercamos a la cueva. Entre un caos de bloques, encontramos la boca por la que tenemos que descender. Para el destrepe inicial hay una cuerda en fijo que nos ayuda en el descenso, los niños con algo de ayuda, no tuvieron ningún problema en bajar. Una vez llegamos a la zona horizontal, el recorrido es muy sencillo, no tiene ninguna dificultad, simplemente se trata de un paseo de unos 30 minutos hasta llegar al sifón terminal.
En este punto, hay un "ramal" que se puede remontar unos cuantos metros y bastante interesante. Este camino ya no es recomendable para los más pequeños ya que hay pasos estrechos y alguna trepada con cierta dificultad.
Una cueva ideal para disfrutar en familia, eso sí, es recomendable tener algo de experiencia, el mundo subterráneo impresiona y hay que seguir ciertas medidas de seguridad.
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| Boca de entrada |
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| El punto más complicado, en el descenso de la entrada |
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| Amplia galería |
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| El lago del sifón terminal |
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