Sima SC-16. Cuenca.

Aprovechando que íbamos a pasar unos días por Cuenca en el pueblo de las Majadas, para celebrar el fin de año y hacer varias actividades y excursiones. Arantxa, Rubén y Toni (yo mismo) nos fumos a hacer la sima SC-16.

La boca a la sima la encontramos sin problemas siguiendo este trac.

Para llegar allí, primero hay que recorrer un trozo de pista con el coche pero que se encuentra en perfecto estado y se puede hacer con un turismo normal.
Después de dejar el coche (con un 4x4 aún nos podríamos acercar un poco más, aunque no vale la pena) en 5m a pie estamos en la boca.

Sobre las 10:00 empezamos la actividad. Arantxa fue la encargada de instalar. Podemos decir que la instalación de la sima es impecable, toda reinstalada con químicos. Los pozos son anchos y cómodos a excepción de un par de pasos estrechos. El primer paso estrecho se encuentra nada más descender el primer pozo de 11m y no tiene ninguna dificultad, dando paso al primer pasamanos. Este pasamanos quizás es uno de los puntos más técnicos de la sima, ya que los últimos anclajes son casi en "volado" y cuesta un poco pasar. El resto de pozos son amplios y cómodos, hasta llegar a la base del pozo de 7m. (Por cierto, aquí encontramos un murciélago y también un escarabajo que había caído a las profundidades y que durante la subida nos ocupamos de devolverlo al mundo de la luz). En este pozo es donde tenemos que atravesar el segundo paso estrecho, la gatera "Paso de todo". Un paso "interesante" donde Rubén, debido a su corpulencia, se las vio y se las deseó (sobretodo durante la subida) para poder pasar. Como se decía en alguna reseña, el que instala debe bajar con el stop en el cabo de anclaje, aunque el resto de espeleólogos pueden bajar anclándose a la cuerda con cualquiera de los cabos, sin necesidad de utilizar el stop.

Una vez pasamos la gatera, llegamos al pozo de 35m. Bello pozo, donde se oye la incesante caída de agua. Al principio de este pozo tenemos el segundo pasamanos, este bastante más cómodo que el anterior ya que podemos utilizar los pies.

Una vez llegados al final del pozo podríamos darnos por satisfechos después de bajar los 84m, pero ahora empieza la "segunda parte", el río subterráneo de unos 1300m que no nos podemos perder. En enero, el río llevaba muy poca agua (supongo que no será así en otras épocas del año), por lo que con unas botas de agua, o botas con membrana es más que suficiente. Nosotros no llevábamos ni las unas ni las otras... por lo que al final te terminas mojando un poco los pies.

Al principio el recorrido del río subterráneo es relativamente cómodo, pero en breve llegamos al primer paso delicado, un laminador que también pondrá un poco a prueba nuestra claustrofobia. No es estrecho, ni el techo está demasiado bajo, pero sí que es bastante largo 24m por lo que hay que ir tumbado pasando justo por encima del agua. Luego el techo sube y el recorrido se hace muy cómodo, siguiendo sin ninguna dificultad hasta el siguiente paso en el que a menos tendremos que meter las manos en el agua. Por último llegamos a "El Paso", donde nos mojamos un poco los pies y un poco las piernas. Vale la pena pasar por aquí, ya que al final llegamos a diferentes zonas donde bellas formaciones nos alegran la vista. Si seguimos el recorrido, la cavidad se va estrechando hasta que al final decidimos darnos la vuelta...

Rubén fue el encargado de la desinstalación hasta la base del pozo de 7m, y yo del resto de la cueva. La desinstalción del pasamanos "del Tubo" tuvo su punto de interés... Al final sobre las 17:30 los 3 fuera. Arantxa que se estuvo esperando fuera a nuestra salida, casi se congela del frío que hacía fuera: 3º. (en la cueva la temperatura rondaría los agradables 14 o 15 grados).

Trastos al coche y de vuelta la alojamiento rural de las Majadas. Un día inolvidable.