Al día siguiente no madrugamos mucho y cuando llegamos a las plazas de parking que hay pasado 1 kilómetro la frontera del Portalet no quedaba ni una, así que tuvimos que volver hacia atrás a aparcar más arriba. Nos habían advertido no aparcar en los lados de la carretera porque a veces la policía francesa sube y multa; en cualquier caso, casi desde la frontera es factible evitar tener que andar por la carretera, y más aún con nieve.
Nuestro objetivo era hacer la clásica circular de esquí por el col de l'Iou, Peyreget, refugio de Pombie y el col del Soum de Pombie. Llevábamos raquetas, y para este tipo de ruta donde las pendientes no son muy fuertes no van mal, así que subimos muy cómodamente mientras disfrutábamos de las vistas.
El Midi está omnipresente en casi toda la ruta. A su izquierda, el Peyreget |
Puente de nieve en los compases iniciales |
Un poco antes de llegar al col de l'Iou |
Llegados a col de l'Iou giramos para encarar la subida final al Peyreget. En este punto la mayoría nos pusimos los crampones aunque sin ellos se subía bastante bien. En poco tiempo llegamos a la cima (2.483 m), desde donde las vistas al Midi y a las montañas circundantes son impresionantes.
Jesús y yo en la cima. ¿Adivináis qué montaña está detrás? |
Foto del grupo desde la cima. A lo lejos el Palas y el Balaitús |
A continuación bajamos por el otro lado; al principio con un poco de cuidado por ser el terreno más empinado pero sin nada de exposición, y luego ya más fácilmente. Sin más llegamos al refugio de Pombie, totalmente rodeado por la nieve.
El refu de Pombie |
Giramos en dirección al collado y finalmente volvimos al coche a eso de las 18:30. Una vuelta fácil técnica y físicamente, pero con muy buenas vistas y ambiente de alta montaña.
Al día siguiente la previsión del tiempo era bastante peor, sobre todo en la zona del Portalet, así que fuimos a "refugiarnos" a la zona de los Baños de Panticosa, que se suponía resguardada de las nubes que vendrían de Francia por el macizo de Argualas. Y así fue: a pesar de no ser un día de cielos azules como el anterior y que no pudimos ver los colosos del Garmo Negro, Infiernos, Algas, etc. por estar ocultos entre las nubes, pudimos hacer con buen tiempo un trozo de la subida hacia el Baciás (con crampones, que la nieve estaba dura), pero nos volvimos al coche antes de llegar a los ibones de Brazato porque había que volver a Valencia y se hacía tarde.
El domingo en el punto que nos dimos la vuelta, en la ruta hacia el Baciás |
Resumiendo, nos lo pasamos muy bien y como siempre, "we'll be back", como decía Terminator.
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