Para llegar a la cavidad podéis seguir este track. La pista después del devastador incendio que ha asolado la zona este verano está en perfectas condiciones, por lo que se puede recorrer con un turismo sin problemas.
Una vez en la boca, Lolo fue el encargado de la instalación de la primera parte de la cavidad y Fran de la segunda. Una vez llegamos al al final del último pozo, Jose se encargó de desinstalar que tenía "ganas". La cavidad es una fractura tectónica, muy cómoda, la parte más estrecha es el inicio del último pozo de la vía clásica. Aún así, se desciende sin ninguna dificultad.
Aunque no posee demasiadas formaciones, es una sima bastante bonita, con paredes lisas y blanqueadas por coladas. Nos gustó bastante.
Una de las "grandes" de la zona de Barx que ya puedo tachar de la lista.
En total estuvimos en la sima unas 5 horas y media.
Un día genial de pozos, cuerdas y risas.
Iniciando el descenso |