lunes, 30 de diciembre de 2024

Travesía Vallina Nospotentra. Arredondo. Cantabria.

 La última actividad elegida para el último día por Cantabria fue la travesía de Vallina Nospotentra. Se trata de una travesía "sencilla" corta que conocíamos muy bien y que iba a ser la primera travesía en Cantabria de mis hijas y 2 niños más.

Nada más entrar nos encontramos con la gatera de entrada llena de agua, a tope! Así, que con paciencia y usando los dos "cubos" que hay allí nos pusimos a sacar agua. El trabajo en equipo funcionó muy bien, y antes de lo esperado ya estaba todo más o menos seco para poder pasar.

El resto de rápeles, los pequeños los hicieron sin mayor dificultad (ya tienen experiencia), por lo que el avance fue bastante rápido pese a ser 7 personas.

Sin ninguna incidencia y disfrutando de las salas y pozos, fuimos avanzando hasta llegar a la salida antes incluso de lo que nos esperábamos.

Una travesía corta, "sencilla" y perfecta para disfrutar una mañana. Mis hijas quedaron encantadas y ya quieren repetir, la espeleo les está enganchando.


Atravesando la gatera inundable de entrada


Alguna de las grandes salas que encontraremos

Zona con formaciones

Descendiendo alguno de los pozos




Foto de grupo a la salida


domingo, 29 de diciembre de 2024

Travesía Cueto Cárabo Mina Esperanza. Lanestosa. Vizcaya.

Siguiendo con las actividades por Cantabria, esta vez nos cruzamos al País Vasco, a recorrer esta travesía que tenía pendiente desde hace años... El grupo lo formamos 4 espeleólogos: Arantxa, Rubén, Raquel y Toni (yo mismo).

Se trata de una travesía, de nivel medio, no es muy larga y tiene el interés de salir por una mina. Además, otro de los puntos interesantes, es que en la parte de final, donde tendremos que ascender, se han instalado escalones a modo de vía ferrata que nos ayudarán mucho con el ascenso.

La travesía, comienza con una serie de pozos verticales, que tendremos que ir descendiendo con la técnica de doble cuerda ya que no están instalados. Sí, que tenemos instalados en fijo algún pasamanos y cuerda para asegurarnos, a excepción del pasamanos de entrada a la torca donde deberemos instalar un pasamanos recuperable. El pozo más largo es de 45 metros, por lo que tenemos que llevar al menos una cuerda de dicha longitud y otra o varias que nos permitan recuperar más alguna de seguridad.

Una vez descendemos la zona vertical, pinchamos en el río que tendremos que seguir (sin mojarnos). La travesía está toda balizada, por lo que es difícil perderse.

Como decía, en la parte final encontraremos escalones a modo de vía ferrata para ascender, donde nos aseguraremos en una cuerda fija con el puño. Tras unos cuantos ascensos, daremos con una ventana por la que entraremos en la mina de Esperanza. A partir de aquí solo nos quedará caminar unos minutos hasta la boca de salida.

Descendiendo los pozos


En la parte horizontal

Tendremos que usar el pasamanos para no mojarnos


Ascendiendo por los escalones

Ventana de entrada a la mina

Recorriendo la mina hacia la salida

Posando en la salida (falta el fotógrafo)


sábado, 28 de diciembre de 2024

Ferrata Callejomadero. Ramales de la Victoria. Cantabria.

Una de las actividades que queríamos hacer aprovechando los días que íbamos a pasar por Cantabría, era la ferrata de Callejomadero. Me habían comentado algo sobre ella y me sorprendía que pudiera haber una ferrata como esta al lado de Ramales.

Se trata de una ferrata que desciende a una torca, y por supuesto vuelve a ascender, por lo que no esperéis encontrar una ferrata "típica".

La primera parte, el descenso, no tiene complicaciones, lo más difícil es la parte psicológica, por el entorno sombrío lleno de musgo y vegetación, y sobre todo por la altura a la que empezamos. Como decía descendemos sin dificultades hasta llegar al punto fuerte de la vía, un rápel volado de 40m!!! Es un rápel que impresiona por la altura y por el entorno, el eco que produce la torca al hablar también ayuda... La instalación es perfecta, pero que a nadie se le ocurra intentar la vía, si no se tiene experiencia en rapelar. No me cansaré de repetirlo. Impresiona. En mi caso, que estábamos solos (con mi mujer y mis hijas) añadía un puntito más de "emoción" si cabe...

Una vez descendemos los 40 metros y recuperamos la cuerda, empezamos con la parte de la ferrata de ascenso, no es difícil, pero tampoco es un paseo. Llegamos a otro de los puntos clave, un puente tibetano que atraviesa la torca de parte a parte. Tras él, ya sólo nos quedarán unos metros más de ascenso hasta salir al exterior.

Resumiendo, una ferrata única, 100% recomendable teniendo muy claro a lo que nos tenemos que enfrentar. Una ferrata, de la que nos llevamos un muy buen recuerdo y que será difícil de olvidar por sus características. 

Descendiendo el rápel

Descendiendo el rápel, sencillamente impresionante.

Vista desde el interior de la torca

En el interior de la torca, ascendiendo hacia el puente


Cruzando el puente tibetano



Los últimos metros antes de salir




domingo, 22 de diciembre de 2024

Barranco del Carcalín, Buñol

Lo que son las cosas, habíamos quedado Toni y yo para hacer el barranco del Carcalín en Buñol el 9 de noviembre (sólo está permitido atravesar el túnel de octubre a marzo, para dejar tranquilos a los murciélagos el resto del año), y el 29 de octubre vino la dana para cambiar nuestros planes; que no nos quejamos, dado el desastre ocurrido, porque a nosotros no nos ha afectado. Pero en Buñol habían llovido más de 200 l/m2, así que el barranco del Carcalín, que viene de Siete Aguas, seguramente estaba devastado. Eso, unido a los avisos de las federaciones de montaña y espeleología de no hacer barranquismo para evitar accidentes, hizo que retrasáramos al 22 de diciembre el intento al barranco.

Y aún así ese día fuimos con bastantes dudas. Llegamos a Buñol, y vimos que gran parte del paseo al lado del río Buñol estaba totalmente derrumbado, con la pasarela que cruza el río desaparecida, y un coche destrozado dentro del cauce. El río viene por el barranco del Carcalín antes de llegar a la población, así que ya estaba claro que había bajado a lo bestia.

Subimos con el coche hasta el parking habitual para hacer el barranco, y tras un primer vistazo en el que vimos la parte del barranco después del túnel bastante decente, y aún con agua, y la entrada superior del túnel llenísima de troncos y ramas, nos enfundamos los neoprenos y el material, y fuimos a ver si se podía hacer la travesía del túnel. Y no, imposible. Toni bajó por el rápel (en buen estado) y estuvo buscando algún hueco por donde entrar, en vano. La cantidad de troncos y maleza acumulada en la entrada era enorme, hasta tal punto que en algún momento de la crecida, el agua ya no podía pasar por dentro del túnel, o éste no daba abasto, y saltó por arriba, por el llamado puente natural, que está ahora totalmente desprovisto de vegetación, arrasada por el agua. Y nos quedamos con la duda de si es posible que parte de la cueva, o al menos la entrada, esté colmatada con piedras, ya que vimos muchas en el lecho del barranco previo a la cueva, y parecía que el rápel de bajada era bastante más corto que lo descrito en la topo.


Tapón brutal de troncos y ramas en la entrada del túnel


Rápel inicial de 12m. Muchísimo canto rodado en el lecho

Así que, decepcionados, nos fuimos a los rápeles que hay para bajar al barranco justo después del túnel. Nos costó un poco encontrar el que baja hasta el lecho del barranco, pero nos quedamos asombrados que todavía quedaba mucha agua, tanta que cuando bajamos el rápel, tuvimos que nadar. 


El rápel de 10 m que baja al lado de la boca inferior del túnel

El nivel del agua había estado mucho más alto, pero la boca del túnel se veía bastante despejada, así que nadando con los frontales nos internamos, hasta que llegamos a la zona donde baja el segundo rápel (8 m) dentro de la cavidad. Había atravesado un tronco enorme de pino, en proceso de descomposición, y por el rápel caía algo de agua. Como no había cuerda puesta, ya no pudimos seguir, pero al menos pudimos visitar la parte inferior del túnel.


A nadar toca... Se ve por dónde llegó el agua.

El resto del barranco también tenía bastante agua, teniendo que nadar en algunos sitios. La verdad que fue muy bonito verlo con agua. Los anclajes de las reuniones habían aguantado la crecida, aunque alguna con ramas atrapadas en la cadena de unión entre las dos anillas.


Ramos cogidas en la reunión, señal de que mejor no instalar cadena


El agua no estaba muy fría, se estaba bien


                                    
Ya casi al final


Total, que habrá que ver qué pasa en el futuro con la entrada superior del túnel... Para desatascar lo que hay ahí, si sólo son troncos y ramas, hará falta motosierras, pero supongo que nadie va a tener tiempo o ganas de hacerlo. Y si además hay piedras de gran tamaño, olvídate.

Una aventura en la que vimos la fuerza de la naturaleza.



sábado, 7 de diciembre de 2024

Ferrata Boca del Infierno. Sacedón. Guadalajara.

 Nos acercamos Raquel y Toni (yo mismo) a la localidad de Sacedón a disfrutar de esta vía ferrata. Se trata de una vía ferrata de pago, por lo que tendremos que realizar el ingreso y reservar hora y pasar previamente por la oficina de turismo (delante de la gasolinera), donde nos darán la llave. El chico que nos atendió super amable.

Se trata de una vía ferrata de dificultad baja (catalogada como K2) que cuenta con varios atractivos, un puente de maderas, otro tibetano, otro nepalí y una tirolina de más de 40 metros. Una ferrata entretenida, con unas vistas increíbles del pantano, está ubicada en un entorno privilegiado. En fin, que la disfrutamos.

Puente con tableros

Vistas del embalse de Entrepeñas


Superando el puente tibetano

Puente nepalí